Cuando ocurren cosas no siempre son fruto del azar o del destino, muchas veces pasan porque nos hemos esforzado, porque hemos trabajado para conseguirlas, o porque era el momento oportuno, porque hemos dado todo nuestro ser para alcanzar ese logro tan ansiado y el destino nos ha dado por fin aquello que soñábamos.
Ahora bien, en el otro lado de la moneda también están esas otras cosas que no suceden porque no era el momento, porque la situación no era la propicia, o porque la suerte o la mala suerte así lo ha querido. ¿QUIÉN SABE?
Resulta curioso ver cómo la vida está siempre suspendida en esa extraña balanza en la que, en ocasiones, todo encaja y por momentos todo parece estar al revés.
Esperamos tantas cosas en el día a día que a veces tenemos la sensación de que nada avanza ni llega y que el destino se ha olvidado de nosotros. En ese momento, es necesario enfocar las cosas desde otra perspectiva.
Somos responsables de nuestra existencia, si queremos algo debemos salir a buscarlo. El destino y la suerte nos pueden acompañar muy de vez en cuando, pero somos nosotros mismos con nuestra ACTITUD & VOLUNTAD quienes nos alzamos como auténticos artesanos de nuestros senderos vitales.
¿EXISTE LA BUENA Y LA MALA SUERTE?
Como todo en la naturaleza, hay un pequeño porcentaje supeditado al azar o a lo incontrolable que siempre escapa a nuestra voluntad. No podemos evitar contraer determinadas enfermedades, sufrir accidentes, ni tampoco podemos “controlar” las reacciones o los deseos de las personas que nos rodean.
ESTO ES ALGO QUE SE NOS TIENE QUE QUEDAR GRABADO A FUEGO 🔥.
Nunca he estado de acuerdo con ese dicho: “Es que la gente no cambia”. Yo soy de los que creen que lo que lleva a que las personas no cambien son las circunstancias, y si las circunstancias no cambian es muy difícil de que las personas logren cambiar. Por eso es por lo que te animo a que mires a tu alrededor y te des cuenta si lo que no te lleva a cambiar son tus circunstancias actuales, y entre eso incluyo la información que consumes, las personas con las que decides relacionarte, tu manera de actuar y pensar, porque solo cuando TÚ decides cambiar, tu mundo cambia, tus circunstancias cambian, las oportunidades cambian.
Y NO FUE HASTA QUE ENTENDÍ, QUE EL MUNDO EXTERIOR ERA UN REFLEJO DE MI MUNDO INTERIOR, Y EMPECÉ A CAMBIAR, Y TODO A MI ALREDEDOR EMPEZÓ A CAMBIAR.
¿Y CUÁNDO TE JUZGAN?
Una persona que juzga a otra o un acontecimiento sin conocer, es una persona ignorante. Ser ignorante significa que se desconoce algo o no se tienen conocimientos de una cosa, por lo cual hacer algún tipo de declaración o tener alguna postura fuerte sobre algo en este estado de ignorancia, es juzgar sin conocer. Realmente no me hace falta convencer a nadie, de nada, de la misma manera que te sugiero que tampoco tú debes hacerlo. DEJA QUE TUS HECHOS HABLEN MÁS DE QUE TUS PALABRAS, Y NO IMPORTARÁ LO QUE PIENSE O DIGA LA GENTE.
¡NO ME JUZGUES... QUE TE FALTAN DATOS!
TODO PASA… CUANDO TIENE QUE PASAR. Si hay cosas que no pasan es por algo. Quizá porque existe algún factor que debemos saber afrontar y gestionar a nuestro favor como el miedo y la indecisión.
El miedo se trata de la principal raíz de la infelicidad y el que apaga cualquier oportunidad de que pase algo nuevo, algo bueno y enriquecedor. El miedo nos corta las alas y nos impide reaccionar. Además, tampoco podemos olvidar que quien tiene miedo a algo delega en los demás.
La indecisión, esa que todos nosotros hemos experimentado en algún momento. Esa actitud apagada y temerosa en la que dejamos de actuar y de promover cambios a nuestro alrededor. La vida, poco a poco se convierte en esa película que pasa ante nuestra ventana, pero en la cual nosotros nunca somos protagonistas.
Cuando esperamos demasiado se pierden las esperanzas y las ilusiones. Los trenes pasan y los perdemos todos. La felicidad no es algo que uno espera como quien aguarda el amanecer, la felicidad se crea y se siente, y para ello, hay que empezar a darle forma desde nuestro propio interior.
HAY QUE DEJAR DE ESPERAR. LA VIDA ES DEMASIADO FUGAZ. Y SI HEMOS LLEGADO A ESE PUNTO DEL CICLO VITAL DONDE TENEMOS LA SENSACIÓN DE QUE NADA PASA, NADA CAMBIA, Y NADA OCURRE, TAL VEZ SEA EL MOMENTO DE SALIR FUERA Y HACER... “QUE LAS COSAS PASEN”.
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