En vez de desperdiciar un solo segundo pensando en las opiniones que sobre ti tendrán las personas en el futuro, céntrate en ser la mejor persona que puedas ser en el presente. En hacer lo correcto, ahora mismo. El futuro lejano es irrelevante. Sé bueno, noble e impresionante ahora, mientras todavía importa. DEMUESTRA TUS CUALIDADES. Es fácil echar la culpa a nuestras circunstancias. A pesar de los defectos que crees tener, recuerda que hay cualidades positivas que puedes desarrollar que no dependen de accidentes genéticos.
ES FÁCIL MEJORAR, PERO ¿EN QUÉ?
Tienes la facultad de ser honrado, tienes la capacidad de ser digno, tienes la alternativa de resistir. Puedes elegir ser feliz, puedes optar por ser decente, puedes decidir ser ahorrador, puedes escoger ser generoso con tu prójimo. Puedes elegir ser libre, puedes persistir sin importar las dificultades. Puedes eludir los chismorreos, puedes ser educado.
¿ACASO LOS RASGOS QUE SON EL RESULTADO DEL ESFUERZO Y LA CAPACIDAD NO RESULTAN MÁS IMPRESIONANTES?
Querer mejorar es un acto honesto. La mayoría ni se toma la molestia. Pero entre aquellos que sí, la vanidad y la superficialidad pueden corromper su proceso. Nuestra voluntad no debe centrarse en convertirnos en individuos con físico perfecto. No confundamos mejorar ciertos aspectos de nuestra vida con mejorar como persona. La segunda es una prioridad mucho más importante que la otra.
LA BONDAD NO LLEGARÁ SOLA, TIENES QUE BUSCARLA EN EL FONDO DE TU ALMA. SE ENCUENTRA EN TUS PENSAMIENTOS, Y LA PRODUCES CON TUS ACCIONES.
¡SEMPITERNO!
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