Después de una LARGA e INTENSA temporada de entrenamiento, sin dormir las horas necesarias, más déficit calórico, y aprovechando unas merecidas vacaciones, voy a tomarme un descanso en el control de la alimentación. Va a ser un buen momento para ganar volumen. He llegado hasta donde he llegado…
La fase de volumen en el gimnasio significa precisamente esto, un intervalo de tiempo en el que nuestros objetivos irán encaminados a ganar músculo.
Aunque habitualmente va relacionado, no tenemos que cometer el error de relacionar una fase de volumen con un periodo en el que ganaremos “fuerza”. La relación no es siempre intrínseca ya que la prioridad principal de un atleta que se encuentra en volumen es la de aumentar la musculatura.
Los culturistas son plenamente conscientes de la importancia de esta fase pero los atletas o deportistas que no tienen pretensiones competitivas a menudo cometen el error de obviar este periodo o de pasárselo por alto con el único argumento de “no verse tapados” (a mí me pasa).
Evidentemente a todo el mundo nos gusta lucir en la playa un cuerpo definido, pero lo que muchos atletas fitness se deberían preguntar es aquello de; ¿Qué voy a definir si no tengo nada sobre lo que definir?
Efectivamente para poder lucir al máximo tus grupos musculares primero tendrás que trabajar en ellos. Esto implica tiempo, paciencia y un crecimiento progresivo.
En cualquier etapa de volumen debidamente planificada resulta imposible aumentar la masa muscular de forma significativa sin tener que renunciar a un bajo porcentaje de grasa corporal.
Si me preguntas acerca de si te conviene más una fase de volumen o de definición lo primero que me deberías responder es cuáles son tus objetivos y tu estado físico actual.
La fase de VOLUMEN resulta crucial para mejorar a lo largo del tiempo, mientras que la de DEFINICIÓN es vital para tener un cuerpo estético.

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